Este es uno de esos sitios a los que, desde que lo descubrimos, vamos de forma periódica (cada dos o tres meses) a comer o a cenar y pedimos prácticamente lo mismo siempre: una pizza y un plato de pasta para compartir. ¡Y postre, obvio!
El local no es especialmente bonito y la terraza tampoco, pero está justo al lado del paseo marítimo de la playa de la Puebla de Farnals y es una zona genial para dar un paseo después de comer. Además, justo al lado hay un parking bastante grande que suele tener sitio para aparcar (excepto en temporada de verano que es más complicado).
La atención siempre que hemos ido es genial y los camareros son muy majos.
También tienen servicio a domicilio.